lunes, 17 de noviembre de 2008

Paul en El último tango en París.

Lo más memorable de El último tango en París no es la escena de la mantequilla ni el último tango sino la actuación de Marlon Brando. La historia parte de una fantasía de Bertolucci: dos desconocidos se cruzan en un apartamento para arrendar y sabiendo sólo eso terminan en una escena de sexo, se despiden y se van, una fantasía de sexo casual. La fantasía se realiza y luego llega el amor, el desamor, la desilusión y la muerte, es una historia que se se alimenta de detalles, gestos y reflexiones en las que se mezcla la imaginación de Bertolucci y la de Brando con recuerdos de la vida privada del actor, los grandes recuerdos de su vida en el campo con su padre y su madre, la madre idolatrada que deambula desnuda y borracha. Brando es un gran actor y El último tango en París es una puesta en escena del hombre que se expone para sí mismo y para los demás a través de una experiencia que debió ser bastante dolorosa si se tiene en cuenta la soledad y la insatisfacción eterna del actor en medio de los honores que le rendía el público, la facilidad para acostarse con todas las mujeres que deseara y la sensación de que ser actor no es la gran cosa, no es un trabajo muy artístico. Después de ver El último tango en París doce veces vale la pena saber quién fue Marlon Brando, por qué Bertolucci pensó en él y sólo en él para encarnar a Paul: Criada: Tu jefe es muy nervioso. ¿Sabes que fue un pugil? Pues no le fue bien. Luego se volvió... actor. Luego, tocó los bongós. Fue revolucionario en América del Sur. Periodista en Japón. Un día desembarcó en Tahití. Paseó sin rumbo. Aprendió Francés. Luego, llegó a París. Y aquí conoció a una mujer con dinero. Se casó con ella. ¿Qué hizo después tu jefe? Es reservado. Paul a la madre de Rosa: las esquelas, la ropa de luto, las flores. Trae todo en esa maleta. No olvidó nada. Pero no quiero sacerdortes aquí.... ¡Rosá no era creyente! ¡Aquí nadie cree en un Dios de mierda!... Un sacerdote no quiere suicidios. La iglesia no quiere suicidios ¿verdad? Paul a Jeanne: Qué montón tan grande de sandeces. Todos los uniformes son sandeces. Todo lo que está afuera son sandeces. Además, no quiero oír anécdotas de tu pasado.... ¿Por qué no dejas de hablar de cosas que no importan aquí? ¿Qué más dá? Mi padre era un borracho. Era rudo, se acostaba con prostitutas, peleaba en bares, muy masculino. Y era muy rudo. Mi madre era muy, muy poética. Y también una borracha. Lo único que recuerdo de cuando yo era un niño es que la aprehendieron desnuda. Vivíamos en un poblado pequeño. Una comunidad agrícola. Vivíamos en una granja. Yo volvía a casa después de la escuela y ella estaba ausente o estaba presa o algo así. Y luego solía tener que ordeñar una vaca. Todos los días y todas las noches. Me gustaba. Recuerdo que una vez yo estaba vestido con mis mejores ropas para salir con una muchacha a un juego de baloncesto. Estaba por salir y mi padre dijo. "Tienes que ordeñar la vaca". Le pregunté: "¿Podrías ordeñarla tú?". El dijo: "No, ve a ordeñarla ahora mismo". Así que fui, y estaba apurado. No tuve tiempo de cambiarme los zapatos. me ensucié los zapatos con heces de vaca. De camino al juego de baloncesto, olía mal el auto. Y... No sé, yo no recuerdo muchas cosas buenas. Paul a Rosa: Te ves ridícula con ese maquillaje. Como la caricatura de una ramera. Un pequeño toque de mamá por la noche. Una Ofelia falsa ahogada en la tina. Ojalá pudieras verte. Sí que te reirías. Eres la obra maestra de tu madre. Válgame. Hay demasiadas flores aquí, carajo, no puedo respirar. ¿Sabes? Arriba en el armario, en la caja de cartón encontré todas tus, encontré todas tus cositas. Plumas, llaveros, dinero extranjero, boletos franceses, todas esas cosas. Hasta el cuello de un cura. No sabía que coleccionabas todas esas chucherías. Incluso si un esposo vive 200 años de mierda nunca podrá descubrir la verdadera naturaleza de su esposa. Quizá yo sea capaz de comprender el universo pero nunca descubriré la verdad sobre ti. Nunca. Digo, ¿Quién diablos eras tú? ¿Recuerdas el día, el primer día que estuve aquí? Sabía que no lograría acostarme contigo a menos que dijera ¿Qué dije? Ah, sí, dije: "¿Me puede dar la cuenta?, Tengo que irme". ¿Lo recuerdas? Anoche le apagué todas las luces a tu madre y el lugar entero enloqueció. Todos los huéspedes, como solías llamarlos. Pues, supongo que eso me incluye a mí, ¿no? Eh. Si me incluye, ¿Verdad?...

2 comentarios:

GaMaVa dijo...

Wauu..! Ps si si un tiempo también sin pasar es que con la escuela me he metido bn a ella y he descuidado muchas cosas, pero aquí sigo.. la historia me atrapo desde el inicio solo q me quede con una duda “Paul en El último tango en París” es una obra de teatro? Pq si es asi me quedare con ganas de verla :( o es una película? Pq podría buscarla y verla! :D

GaMaVa dijo...

Uy... acabo de ver q tiene etiqueta de peli.. :S
jaja entonces la buscare para verlaa pq suena muy interesante :D
Bsos